Metaverso
Juan Pablo Vicente – Abogado especialista IT Legal Advisory en SIA,
“Mi deporte favorito es ver a los legisladores tratar de mantenerse al día con el mundo”- Snow Crash (Neal Stephenson, 1992).
En la década de 1990, muchos se cuestionaban si “Internet” iba a lograr un gran impacto en la sociedad. Lo que ha pasado desde entonces es historia: Internet ha revolucionado los modelos de negocio y comunicación, y ha transformado a la sociedad. Ahora, en un momento en el que la esfera digital no hace sino crecer, muchos se preguntan cuál será el siguiente paso, y todo apunta a un concepto que ya nos empieza a ser familiar: el metaverso.
¿Qué es realmente el metaverso? Se trata de un concepto indeterminado que hace alusión al siguiente nivel de Internet – “meta” significa más allá y “verso” universo–. El experto Matthew Ball explica el término como una red persistente de mundos y simulaciones renderizadas en 3D y en tiempo real, que pueden ser experimentados. En otras palabras, se trata de un mundo virtual paralelo al que vivimos.
Por muy ciencia ficción que nos resulte –referentes no nos faltan como Snow Crash y Ready Player One– los primeros hitos yan han aparecido: plataformas como Second Life, Decentraland, Fortnite han abierto camino. No obstante, el término se popularizó después de que, en octubre de 2021, Mark Zuckerberg anunciara el cambio de nombre de Facebook a Meta con el objetivo de que la compañía fuese capaz de crear su metaverso, ¿estamos ante un nuevo cambio de paradigma?
El metaverso requiere de tecnologías avanzadas que deberán ofrecer un sistema práctico, funcional y disruptivo con el objetivo de permitir la interoperabilidad de los distintos desarrollos. En este sentido, se prevén necesarias nuevas tecnologías de comunicación como el 6G, el cual permitirá reducir la complejidad de la inmersión al mundo virtual.
En otra óptica, es evidente que habrá una carrera competitiva para obtener la mejor plataforma y ofrecer la mejor experiencia posible al usuario. Por tanto, nuevos modelos de negocio irrumpirán en el metaverso. En consecuencia, será vital atender a los posibles riesgos derivados del entorno virtual, pero ¿son riesgos del metaverso futuro o ya existen?
En el plano jurídico se producirá un amplio abanico de desafíos.
En relación a la propiedad intelectual e industrial, se construirán réplicas del mundo real para el consumo de nuevos productos y servicios (gemelos digitales). ¿Cómo se protegerán en este ecosistema? ¿Se necesitará una protección más creativa para los derechos de autor, marcas e invenciones? ¿Cómo se configurarán las reglas? Una herramienta fundamental será desarrollar estrategias defensivas para impedir el uso no autorizado de derechos de terceros. Por tanto, entra en juego revisar y, en su caso, actualizar los contratos de cesión o licencia para comprobar si la digitalización de los productos se contempla.